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| En Pontevedra " Música callejera" |
Suena una melodía ... el llanto inconsolable y apasionado del violín despierta con cada nota el alma dormida de la ciudad.
Mis pasos silenciosos se dirigen al encuentro de sus lágrimas que gota a gota se deslizan por las cuerdas del violín, liberando la melodía que me embriaga.
Suaves, lánguidos, tristes acordes del violín !!!
Como un gemido se abren paso por las calles de la ciudad. Bemoles y sostenidos, con una nostalgia sin tregua, captan mi atención, me cautivan, me conmueven, me embriagan, me paralizan, .... y me dejo extasiar por la triste melodía, por el llanto acompasado...
¡¡¡ El llanto del violín!!
P.D. Paseaba por el centro de la ciudad cuando la violinista empezó a tocar una de las melodías más emblemáticas de la música gallega "Negra Sombra". Impresionante, cómo sonaba en las cuerdas del violín!!!
Hay músicos de estos callejeros que son verdaderos genios, pero ya sabes que en esta vida sino tienes suerte no te comes un rosco. Dicen que él que no tiene padrino no lo bautizan. Otros muchos con menos méritos que ellos alcanzan la popularidad y llegan a ser artistas de renombre sin serlo. Yo he visto a estos músicos, pintores y demás por muchas ciudades y capitales de España, incluido Pontevedra.
ResponderEliminarSaludos ATENEA.
Es siempre un gran regalo para nuestros oídos la melódica prosa del violín.
ResponderEliminarSus acentuadas notas tan emotivas y a su vez ambientales, creando en la música esa atmósfera tan cautivadora, misteriosa, nostálgica... Lo que a cada uno le pueda transmitir.
Un sonido muy extremista y también versátil. Adoro este instrumento, y admiro a los que son capaces de tocarlo como auténticos fueras de serie ya que tiene una tremenda dificultad, "dibuja" y se adapta por encima de casi cualquier base rítmica y requiere una gran y estricta técnica.
Esa sensación tuve en Lisboa con cualquier músico callejero; allí era fado, claro, pero los instrumentos musicales lloraban también. Precioso homenaje a esos artistas de la calle. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarUn encuentro difícil de olvidar...a que si???
ResponderEliminarBesos cielo.
Negra sombra, un violín, una mañana sin sol todo de acuerdo para hacer llorar al corazón de felicidad.
ResponderEliminarUn beso.
La música de la calle no tiene nada que envidiar a la música de los auditorios y las salas.
ResponderEliminarHermosa la violinista.
Hermosas las fotos.
Un abrazo.
Mira lo que me has recordado, Atena : en Florencia, en los aledaños de una calle muy céntrica, escuchamos el sonido de unos violines y de unas voces angelicales. Pensamos que era alguien un equipo de reproducción y la sorpresa fue encontrarnos con una pareja de chicas jóvenes, una al violín y la otra ofreciendo un concierto que en nada tenía que envidiar a ningún auditorio que se precie.
ResponderEliminarQuedé tan maravillada, que al día siguiente las busqué de nuevo. Y no las encontré pero el grato recuerdo que me dejaron ha vuelto a resonar con tu entrada.
Un abrazo y encantada de pasar por tus blogs.
Me quedo, claro.
Besos.
hola, conoceis el nombre de la artista?
ResponderEliminarnos gustaria ponernos en contacto con ella.
muchas gracias por vuestra ayuda
un saludo
Javier