martes, 6 de noviembre de 2012

Una mención para mi relato "En la espiral de la noche"


¡¡¡ No me lo puedo creer !!!
Mi relato "En la espiral de la noche" ha recibido una "mención" en la selección correspondiente al mes de octubre de ENTC.

194 relatos presentados, 5 seleccionados , 10 menciones … y entre ellas estoy yo con mi relato "En la espiral de la noche". Me ha sorprendido y alegrado enormemente. Muchas gracias al jurado de ENTC . Sé que su labor no es nada fácil ya que el nivel literario de los participantes cada vez es más elevado. Por eso me siento enormemente halagada con esta mención.
Conocí ENTC en el mes de agosto a través de amig@s microrrelatistas que enviaban sus trabajos dejando un enlace a ellos en sus blogs. El tema de agosto era AZUL MARINO, un tema demasiado sugestivo y atrayente para mí, ya sabéis lo que adoro el mar. Escribí el relato y lo envié, sin ánimo de aspirar a ningún premio. Me gusta escribir cuando me apetece o cuando necesito expresar mis sentimientos pero nunca sentirme obligada a hacerlo. Lo cierto es que entrar en este mundo del microrrelato me enganchó en cierto modo y seguí escribiendo  ya que los temas propuestos cada mes eran de lo más sugerentes y despertaban mi imaginación.
El tema de octubre era TRES ESTRELLAS. Desde que lo vi, " La noche estrellada" de Van Gogh rondaba por mi cabeza ...
Así surgió "En la espiral de la noche"


"La noche estrellada" Van Gogh



        Vincent saltó de la cama  y corrió a asomarse a la ventana. Un cielo turbulento, agitado, brillante, preñado de miles de estrellas incandescentes, iluminaba el enhiesto ciprés que, noche tras noche, velaba el sueño de la ciudad.
        Recluido entre las cuatro paredes de aquella habitación pasaba los días recordando formas, colores, luces, brillos, perspectivas, ... y movimientos de aquel cielo que se había apoderado de su alma, arrebatándole la poca cordura que le quedaba.
        Realidad y fantasía se debatían, incansablemente, entre sus sueños diurnos y las horas pasaban lentamente hasta la caída de la tarde.
        Aquella noche, por fin, las tres estrellas que revoloteaban en el cénit azul y morado de la noche lo habían absorbido en medio de laberínticas nebulosas, dejando tras de sí, y grabadas en su retina, una impresionante y brillante estela en forma de espiral. Al fin podría terminar su obra.
        Hoy, Vincent descansa feliz sabiendo que su "Noche Estrellada" despierta admiración entre los miles de visitantes del MoMA.


Atenea
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