miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tócala otra vez, Sam





Allan es un crítico de cine que mantiene conversaciones imaginarias con Humphrey Bogart. Cuando su esposa le abandona, sus amigos Frank y Linda tratan de ayudarle a encontrar pareja, con resultados en general desastrosos. Como muestra de sus desesperados intentos por ligar, aquí queda este diálogo:


Allan: - ¿Qué haces el sábado?
Ella: - Suicidarme.
Allan: - ¿Y el viernes por la noche?



Poco a poco descubrimos que Linda es realmente la única persona que puede entenderse con el neurótico Allan... sólo que es la mujer de su mejor amigo.


“Tócala otra vez, Sam” constituyó el primer gran éxito de Woody Allen. Fue saludada por la crítica especializada de los Estados Unidos y calificada como “deliciosa”. Para muchos especialistas, marca el punto de perfección de cómo debe ser la comedia.


El título hace referencia a una supuesta frase que equivocadamente se atribuye a los diálogos de la mítica película “Casablanca” y que, dicha como tal, realmente pertenece al film “Una noche en Casablanca” de los Hermanos Marx.


Quizás estamos hablando de una de las obras que contiene el mayor número de frases ingeniosas y diálogos brillantes del teatro mundial. Es una sucesión de gags al más puro estilo del genial autor americano que no deja, como es habitual en él, nada sin remover.


“Tócala otra vez, Sam” fue llevada al cine y protagonizada por Diane Keaton y el propio Allen.


El amor y el desamor visto por el más divertido de los perdedores. Woody Allen en estado puro.


Director: Tamzin Townsend
Intérpretes: María Barranco, Luis Merlo, José Luis Alcobendas, Beatriz Santana y Javier Martín como Bogart
Autor: Woody Allen





En Pontevedra - 24 de noviembre 2011
    
      Con esta fabulosa obra terminó la temporada de teatro programada para este trimestre por el Centro Cultural Novacaxagalicia.


     Tócala otra vez Sam es  una de las mejores obras de teatro que he visto. Esta comedia, fiel al más puro estilo de Woody Allen,  refleja en todo momento el humor agudo e inteligente, colmado de ironía y sarcasmo del cineasta norteamericano.

     Durante hora y media pude disfrutar de la genuina interpretación de dos grandes actores como coprotagonistas de la obra:
     Luis Merlo interpretando a Allan, un personaje neurótico pero tierno y débil, abatido ante las circunstancias, incapaz de hacer frente a las consecuencias del desamor y pesimista ante el mundo que le rodea.
     María Barranco interpreta a Lina, algo neurótica también, pero divertida, romántica y amiga incondicional de Allan.
     José Luis Alcobendas, Beatriz Santana y Javier Martín como Bogart, completan el elenco con una extraordinaria , aunque breve, interpretación.

     Si os gusta  Woody Allen, y tenéis la ocasión de verla, no os perdáis esta comedia en la que el humor negro, la ironía y el sarcasmo, así como las risas y carcajadas desencadenadas, están presentes  desde el principio hasta el final de la obra.




martes, 22 de noviembre de 2011

Y ... ¡más dibujos!

Algunos, mis más cercanos seguidores, ya conocéis mi colección de 
"Dibujos garabateados".
Y sabéis también cuáles son mis fuentes de inspiración. 
Primero fueron  "Mis dibujos" , después "Más dibujos" 
  y ahora....  os presento la tercera entrega.

Dos días de reuniones  ...,  ... , ...... "Y ... ¡más dibujos!"





¿Conocéis la sensación que queda cuando después de dos o tres horas en una reunión estás en el punto de partida ... sin haber avanzado?




¿Qué pensar cuando los argumentos más sólidos no son capaces de soportar el peso de la incoherencia,  de lo absurdo, de la incompetencia, de la necedad, ...?





¿Qué hacer cuando el daño ocasionado es difícilmente reparable y queda una brecha abierta que ni con puntos de sutura se puede cerrar?


La sensación de “pérdida de tiempo” es de las que peor suelo llevar, porque suele ir acompañada de sentimientos malhumorados  y de crispación.






Pese a todo, me considero una persona optimista que siempre trata de buscar algo positivo en medio de un mar de negaciones. En esta ocasión el aspecto positivo lo he encontrado en estos “dibujos garabateados” o "garabatos dibujados". Son fruto de mi subconsciente que se inspiró en el transcurso de una reunión aderezada con una salsa agridulce, elaborada con varios ingredientes, de los cuales  sólo era apreciable el sabor del vinagre.
  

viernes, 18 de noviembre de 2011

La familia de Pascual Duarte






Esta adaptación realizada por Tomás Gayo coincide precisamente con el 70 aniversario de la publicación de la obra y con el décimo aniversario del fallecimiento del Premio Nobel.
La producción, dirigida por Gerardo Malla, cuenta con un elenco de lujo formado por actores de la talla de Miguel Hermoso, Ana Otero, Ángeles Martín, Lola Casamayor, Sergio Pazos, Lorena do Val, Mundo Pireto y el mismo Tomás Gayo.
El argumento de la obra se centra en la historia de Pascual Duarte, campesino extremeño hijo de un alcohólico, que nos cuenta su vida mientras espera su propia ejecución en la celda de los condenados a muerte. Víctima de una inexorable fatalidad, el protagonista es un ser primitivo y elemental dominado por la violencia, única respuesta que conoce a la traición y al engaño. Pero esa siniestra apariencia no es más que la máscara que oculta su incapacidad para luchar con la maldad de los demás y la desvalida impotencia que alberga en el fondo de su alma.
La función nos traslada a la localidad extremeña de Torremejía entre 1882 y 1937, años en los que la realidad socio-política española estaba marcada por un clima de profunda inestabilidad.



 
¡¡¡ Sorprendida agradablemente!!!


      Hace muchos años que leí la novela de Camilo José Cela y, si bien, algunos de sus pasajes habían caído en el olvido, recordaba perfectamente la crudeza del drama  escrito por Cela y  a sus rústicos y desalmados personajes. Realizar una versión escénica de esta obra me parecía un intento muy atrevido para poder asegurar el éxito sobre las tablas. Un guión teatral, fiel a la novela, estaba convencida de que  supondría  convertir el espectáculo en desagradable, descarnado y al mismo tiempo aburrido.

 ¡Estaba equivocada!

      Tomás Gayo, autor de la adaptación teatral, suavizó la violencia implícita y explícita en el texto de Cela, utilizando la narración a través de largos monólogos llevados a cabo por el protagonista, Pascual Duarte.
     El papel de Pascual, interpretado por Miguel Hermoso con una brillantez sin igual, consiguió cautivar a los espectadores mostrando un personaje rústico y bonachón.  


   

lunes, 7 de noviembre de 2011

El avaro


Dirección: Jorge Lavelli
Versión y adaptación:Jorge Lavelli,  J. Ramón Fernández
Elenco: Juan L. Galiardo, Carmen Álvarez, Manuel Brun, Manolo Caro, Manuel Elías, Palmira Ferrer, Javier Lara, Mario Martín, Walter May, Rafael Ortiz, Irene Ruiz, Tomás Sáez, Aída Villar.


"El avaro" está dividida en cinco actos y representa «una radiografía del ser humano».
Inspirado en 'La olla', de Plauto, Molière satiriza la falsedad y las costumbres de la sociedad francesa del XVII.
La obra analiza la avaricia, encarnada en Harpagón, que está enamorado de Mariana y pretende casarse con ella a pesar de que su propio hijo, se constituye en su rival. El poder del protagonista radica en su dinero, con el que pretende comprar los sentimientos más puros.



¡¡¡ Pisando fuerte sobre las tablas !!!
     Así llegó Juan Luis Galiardo al escenario, sumando talento a la memorable pluma de Molière. Desde el primer momento se convirtió en el dueño y señor de las tablas y en el cómplice directo del espectador.

     Esta versión del libreto, amena y muy divertida,  desarrolla la trama a lo largo de casi dos horas en las que Juan Luis Galiardo maneja a su antojo el personaje creado por Molière, mostrando un Harpagón a veces cruel, a veces amante, a veces divertido, ... grotesco, dramático, pero siempre "necio".

     Galiardo es la cabeza del cartel pero cuenta con un brillante elenco que garantiza el éxito y el lucimiento sobre el escenario del texto de José Ramón Fernández.

     Una magnífica puesta en escena en la que todos los actores aparecen con rostros blancos y guantes. Se mueven por el escenario con una gesticulación extraña,  entre la farsa y el mimo. Son como muñecos medio humanizados. Esta  manera de moverse, con un braceo constante, parece traducir libremente en lenguaje gestual un estado de ánimo que  no reflejan sus rostros.

     El decorado, formado por una estructura móvil metálica llena de puertas y espejos, hacen que el teatro se convierta en una auténtica caja de  sorpresas. Sólo cabría señalar, en mi opinión,  una deficiente iluminación que en ocasiones dejaba a los actores en la penumbra.

     Durante casi dos horas he disfrutado, me he reído y sobre todo he admirado el talento de estos trece actores que formaban el elenco encabezado por el grandísimo Galiardo, un monstruo de las tablas, un actor de campeonato, ... Si tenéis ocasión no os perdáis esta obra, en la que podréis disfrutar, entre otras cosas, de un gran actor que se mueve por el escenario como pocos saben hacerlo.  


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