Hace cinco días que empecé a ¿disfrutar? de mis vacaciones después de un largo, intenso, laberíntico y enmarañado periodo laboral. Y creía haberme librado de los típicos "bajones" que no dejan de visitarme cada vez que la tensión acumulada, día tras día, empieza a desvanecerse dando paso a un periodo de relajación.
Resulta paradójico ... ¿ o no?
Así es, dos días de euforia por el comienzo de la etapa vacacional, dos días para despojarme de horarios, problemas, preocupaciones, ... para dejar de darle vueltas a la cabeza y anular el programa de centrifugado mental, ......y al tercer día ......¡El bajón!
Esto es lo que me ocurre cada año: cansancio, debilidad, apatía, pesadumbre, irritabilidad, tristeza,...
¡ Son mis biorritmos!
Pero sé que pronto darán un giro para volver a subir ...... ¡y subirán hasta alcanzar los valores más elevados!
¡Viva el optimismo!
Intenta ocuparte mucho en salir, viajar, tareas fuera de lo cotidiano, alguna labor si te va, otros pasatiempos.
ResponderEliminarYo siempre he estado muy atada al trabajo y siempre lo he llevado muy dentro los problemas en la noche en el día, sé que es difícil cerrar la puerta y encontrarse en las vacaciones.
Espero que no te deprimas mucho, tienes un mar cerca aprovecha estos cálidos días del bonito verano.
Un abrazo muy fuerte y relájate que te va hacer falta.
Bueno estas sufriendo el proceso normal que nos pasa a todo. Lo importante es vivir el presente sin pensar en lo que queda atrás, disfruta del cada minuto del hoy.
ResponderEliminarUn beso.
Hola amiga, pues es verdad que se tarda en olvidarse de los problemas del trabajo, del largo y frío invierno. Es hora de dejarlo todo atrás, las vacaciones pasan pronto, y después nos llega la depresión por el tiempo pasado que ya no llegar hasta el año que viene.
ResponderEliminarVenga ánimo, disfruta de cada minuto, deja que los biorritmos vivan su vida, jajaja yo también estoy ya a la orilla del mar que tanto me seduce y me hace con soñar cada verano. Un beso.