TOMASO ALBINONI: EL VENECIANO IGNORADO
Hace casi medio siglo que el nombre de Albinoni es inseparable del Adagio, como lo es el de Vivaldi de Las Cuatro Estaciones. Dos diferencias notables separan, no obstante, a los dos grandes venecianos en relación con su obra emblemática: para empezar, la reputación de Vivaldi se basa ya en un amplio repertorio que supera con mucho el ámbito limitado de sus cuatro conciertos más famosos, mientras que Albinoni debe la suya casi con exclusividad a su famoso Adagio en sol menor, cuya celebridad sigue ocultando una producción exuberante, apenas explorada por los intérpretes; pero sobre todo, a diferencia de Vivaldi, Albinoni debe su gloria a una de las falsificaciones más sorprendentes de la historia de la música, pues su pretendido Adagio ... ¡no salió nunca de su pluma! La mayoría de los innumerables oyentes de esta pieza, ofrecida hasta el exceso en programas de concierto y en catálogos discográficos, ignora, en efecto, que su verdadero autor no es otro que Remo Giazotto, el primer biógrafo de Albinoni, que publicó la obra en 1958 bajo el nombre del compositor. Aunque Giazotto ha reivindicado siempre para la composición una filiación que la relaciona con Albinoni al afirmar que la elaboró a partir del fragmento auténtico de una parte de bajo, su intento de legitimación ha sido vano: el fragmento en cuestión no ha sido identificado nunca, y todos los especialistas están de acuerdo en reconocer en la obra editada por Giazotto un estilo perfectamente ajeno al de Albinoni.
Sin embargo, por una de esas paradojas tan comunes en la historia de la música, la impostura ha servido de maravilla a la causa de este gran músico sumido en el olvido permitiéndole, en definitiva, ser objeto del foco de la atención gracias al éxito del auténtico falso pastiche. Pero todavía queda mucho por hacer para que Albinoni encuentre el lugar que le corresponde en la historia de la música: entre la sombra imponente de su gran contemporáneo, Vivaldi, y la abrumadora de su falso adagio, el veneciano ignorado aguarda aún el momento de su verdadera rehabilitación.
Sea quien fuere el autor de esta grandiosa obra musical, Albinoni o Remo Giazotto, lo cierto es que cada vez que escucho el "Adagio" y cierro los ojos, puedo disfrutar de una melodía sumamente romántica, de notas largas y penetrantes, ... notas que van acariciando mis sentidos, evocando recuerdos y sentimientos de ternura, nostalgia, tristeza y melancolía.
( Artículo de Fredéric Delaméa. Traducido por José Luis Gil Aristu)
Sea quien fuere el autor de esta grandiosa obra musical, Albinoni o Remo Giazotto, lo cierto es que cada vez que escucho el "Adagio" y cierro los ojos, puedo disfrutar de una melodía sumamente romántica, de notas largas y penetrantes, ... notas que van acariciando mis sentidos, evocando recuerdos y sentimientos de ternura, nostalgia, tristeza y melancolía.
Suave y paulatinamente la melodía invade mi alma desprotegida, la embriaga, la cautiva ... y la hace prisionera de las lágrimas que resbalan por mis mejillas.
La música es uno de los mejores refugios.
ResponderEliminarSaludos de Isis
Es una composición magnífica, de eso no hay duda. Quizá demasiado triste para mi gusto.
ResponderEliminarUna entrada muy interesante, ATENEA.
Un beso.
Efectivamente es una preciosa melodía de la cual uno flota por las nubes.
ResponderEliminargracias por ella.
Un abrazo
Fantástica entrada nena!!! Que va a decir una musicóloga!!' pues que es una entrada chapó!!! Un abrazo!!! Y que viva el barroco que me vuelve loca!!!
ResponderEliminarEs una de mis piezas favoritas...algún día la pondré de fondo en mi blog...es para cerrar los ojos y dejarse llevar...
ResponderEliminarGracias cielo!
Guau, siempre me ha gustado...
ResponderEliminarSí, te hace llorar, casi levitar, es la tristeza en sí misma, tan necesaria tantas veces. Y bien poco importa la autoría. Siempre se dijo que era de Albinoni, pero si no es suya, ahí estan las notas, para tocarnos en lo más adentro. Besos, amiga.
ResponderEliminar¡¡¡cierro los ojos, puedo disfrutar de una melodía sumamente romántica, de notas largas y penetrantes, ... notas que van acariciando mis sentidos, evocando recuerdos y sentimientos de ternura, nostalgia, tristeza y melancolía. !!!
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Quien pudiera oirlo..en mi juventud era uno de mis temas favoritos..al igual que Vivaldi...daba el biberon a mis hijos con esa musica y ellos ahora la escuchan enbelsados.
Yo desde mi silencio, escucho esas notas dentro de mi, recuerdo su musica ...pero ahora ya sus notas son otras..solo silenciooo...
Ya sabes lo que pienso en este tema...el adagio es un punto debil que comparte nuestros corazones de muchos amantes de la buena musica y desde el primer dia que escuchamos esos preciosos sonidos que te hacen retroceder a esa epoca divina en lo que el barroco era su estandarte,,,,siempre esta sin reconocerse del todo su obra..pero ha sido unos de los grandes...les guste o no..es un dios.....sublime y talentoso musico al que despues de muerto y con cierta timidez se le empieza a renombrar...un biquiño atenea.
ResponderEliminarLos vellos de punta... justamente lo tocaron hace dos semanas en el conservatorio unos compañeros. Es precioso, podría escucharlo mil veces sin cansarme. MARAVILLOSO ATENEA.
ResponderEliminarA mi también me embriaga y hasta me hace levitar este adagio. Gracias por traerlo hasta nosotros.
ResponderEliminarBesos.