lunes, 23 de enero de 2012

"Cafeses"

Durante años he visto, y sigo viendo, este rótulo en el centro de Pontevedra. 





     Cada vez que paso por allí suelto una carcajada, al mismo tiempo que me pregunto cómo es posible que esta incorrección gramatical sobreviva a los cambios de loneta del toldo y al paso de los años.
     Recientemente he descubierto que ya el humor y la ironía de Don Ramón Gómez de la Serna había quedado plasmado en unos versos refiriéndose a los "cafeses" .



“Yo me voy a los cafeses
y me siento en los sofases,
alumbran los quinqueses
con las luces de los gases…”


Ramón Gómez de la Serna


Ahora mi pregunta es ... ¿fue Don Ramón, tal vez, quien inspiró a los propietarios de este "cafese"?

Tertulia del café de la calle Carretas, el Pómbo: Sagrada Cripta del Pombo, cuadro de José Gutiérrez Solana.

En el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, por donación de R.G. de la Serna al Estado español, se encuentra el cuadro La Tertulia del café Pombo, pintado en 1920 por José Gutiérrez Solana, quien se inspiró en una fotografía sacada al grupo por el fotógrafo Alfonso Sánchez Portela. En el cuadro están retratados algunos de los tertulianos habituales del café Pombo.
El Antiguo Café y Botillería de Pombo se ubicaba cerca de la Puerta del Sol
El local era sombrío y ya antiguo, cuando en 1912 el escritor Ramón Gómez de la Serna decidió abrir su tertulia literaria de los sábados por la noche. La tertulia se denominó La Sagrada cripta del Pombo y reunió a varios de los intelectuales de la época. Ramón dice que eligió este café «por ser un anacronismo». La elección era extraña, máxime cuando en la época había otros locales más elegantes y floridos.  La reunión se realizaba la noche de los sábados y se mantenía hasta la una de la madrugada. Las tertulias se fueron manteniendo hasta el año 1937, año en que quedaron interrumpidas.
El local tenía una doble entrada que daba a un gran salón; de él se bifurcaba en cinco salas y en «la Sagrada Cripta». Era un local de techo bajo que a algunos les daba angustia. La decoración recordaba en muchos aspectos al de una casa modesta privada de la época. Había, como en los locales de antaño, limpiabotas. No poseía calefacción y su calor procedía de las lámparas de gas. Poseía, al igual que los cafés de la época, dos grandes relojes. Los espejos eran grandes. La Cripta estuvo decorada desde 1920 con el famoso cuadro de Gutiérrez Solana.
                                                                                                                        
                                                                                                                            ( Wikipedia)

7 comentarios:

  1. Me encantan esos cafes literarios, como la foto de Gómez de la Serna, ese café Pombo. Siempre genial don Ramón y genial esos versos que nos traes. Un abrazo cordial.

    ResponderEliminar
  2. Atenea, es simpático el nombre de esta cafetería. Yo por tradición ya no lo quitaría, con lo difícil que resulta diferenciarse de la competencia, esta cafetería ya lo ha hecho.

    Un abrazo, me reí mucho.

    ResponderEliminar
  3. Yo a estas alturas ya no lo quitaría o corregiría, forma parte del paisaje urbano.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Seguro que el término se expande en vez de contraerse, la verdad es que no suena mal por muy incorrecto que sea.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Pues si seguro que se inspiraron en el..me encanta amiga..
    yo lo dejaría asi..esta genial
    un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Cada día me sorprendes!!! :) me ha encantado tú entrada, guapi!!!

    Yo creo que al fin y al cabo todo ocurre por un motivo y fue una inspiración mutua.

    Mucho besosssssssssss

    ResponderEliminar
  7. A ver cuando venís por aquí y os invitamos a unos cafeses....

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...